El Teatro de Zafra proclama que Violeta es lucha y libertad

La obra de Teatrapo fue un alegato a la libertad, un delicado viaje, con el texto a veces amable y esperanzador pero crudo y directo de Miguel Murillo y José F. Delgado, dirigido con mimo por Eugenio Amaya. Así dejó a los espectadores sobrecogidos (fueron alrededor de 150) por la sincera y poderosa interpretación de María Lama arropada por Juan Carlos Guajardo y Ana Rodríguez; en un despliegue de teatro visual, danza y sensaciones.

Violeta es la mujer que lucha por su libertad, la mujer que pelea por el futuro de sus hijos, violeta es la mujer que es dueña de su cuerpo, de su vida; es cada una y todas las mujeres a la vez.

Violeta es ganas de vivir, ganas de volar. Violeta insta a que si nos duele la vida, se lo digamos al mundo. Con su maleta cargada de recuerdos, con el legado de su familia, se abre a un mundo hostil pero sin límites en el que volar; en el que bailar, ya que Violeta danza porque es libre y es libre porque danza.