Foto del encuentro

Un centenar de 'niños del Camino Verde' se reúnen 60 años después

La iniciativa de un grupo de amigos se materializó en una comida con un centenar de asistentes

Irina Cortés

Sábado, 25 de noviembre 2017, 07:54

«¿Te acuerdas de...?» fue sin duda una de las frases más repetidas durante la jornada del sábado 18 de noviembre por cada una de las 109 personas vinculadas al Camino Verde y que se reunieron en una comida especial.

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El llamado Camino Verde es el nombre con el que se conocía a los pisos de nueva construcción que hace 60 años fueron entregados a familias, en su mayoría jóvenes y con numerosos hijos. Las viviendas constituyeron el hogar de una joven población que pudo superar las 500 personas.

En aquel momento se trataba de una zona alejada del núcleo de la población zafrense, rodeada de campo, de ahí su nombre. La zona que ahora conocemos como Francisco Pizarro, Hernan Cortés, Alfonso XIII, Plaza Carlos V ... aún no existía, de hecho la zona cobraría movimiento con la llegada el colegio Juan XXIII y la parroquia de San Miguel.

«Recuerdo que para llegar a casa recorríamos un sendero de piedras, estábamos lejos, rodeados de campo pero erámos muy felices alli», explica la vecina Adela Sánchez «de estar viviendo en una casa familiar, llegamos a un piso con ventanas en cada habitación y agua corriente, en esa época nos parecía todo un adelanto»

Adela no está sola en este encuentro, la acompaña su hijo, uno de ellos nació allí, y se ha reencontrado con sus antiguos vecinos.

Entre ellos se encuentra Emilia Pérez, quien viajó desde Gerona para asitir a esta comida.

Emilia lleva fuera de Zafra desde hace 53 años pero se enteró de esta iniciativa a través de sus hermanos, tres de ellos siguen vivendo en Zafra, «Yo estuve allí desde los 12 a los 16 años pero me acuerdo mucho de la época, del ambiente tan bueno que vivimos alli»

Ambas se pierden en sus recuerdos comunes de gente que conocieron y que han vuelto a encontrar gracias a esta iniciativa. Adela explica que lo que ellos vivieron fue único « ya no se encuentra esa unidad y hermandad; éramos gente jóvenes, los niños crecieron juntos y aunque, como en todos lados, había peleas siempre nos llevamos bien»

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Ha pasado mucho tiemo y ese desconcierto inicial es palpable en los primeros instantes del encuentro, las miradas se encuentran tímidamente y la conversación empieza a fluir « Me parece que te conozco, ¿tu eres el hijo de...?», rompe el hielo. Los recuerdos empiezan a brotar entre los comensales que llegan hasta los 80 años y que a veces van acompañados por hijos y nietos que también nacieron en el mismo lugar.

La nostalgia, pero llevada con alegría, fue la tónica de la jornada, una jornada fruto de la iniciativa de un grupo de amigos. La idea partió de José Manuel Hernández «La verdad es que fue el aburrimiento, un día decidí crear un grupo de WhatsApp con amigos de toda la vida de allí con la idea de juntarnos», explica este zafrense que reside en Don Benito y para el que lo mejor de la jornada es la oportunidad de recuperar el contacto con amigos que, por distancia o los avatares de cada cual, hace años que no se ven «los recuerdos de mi niñez están aquí y lo mejor ha sido encontrarme con la gente de mi infancia».

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Explica que al encuentro han acudido gente de Zafra, Cádiz, Jaén, Santender, Madrid, Sevilla...

En ese primer grupo promotor forman parte sus amigos de pandilla, entre otros, Santiago Cárdenas, Paqui Alonso, Manolo Durán...

Cárdenas explica que todos han estado muy ilusionados por poder organizar este encuentro «Éramos muchos niños en la zona, pandillas que jugaban y reían todos los días, a algunos de mis amigos de entonces no los veía en décadas, así es que estamos muy contentos»

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Además de la comida un pequeño grupo fue hasta sus antiguas casas para hacerse fotografías en las puertas de las que fueron sus hogares. Este encuentro no busca más pretensiones que llegar hasta donde quieran los participantes. «Entre todos decidiremos si lo quedamos aquí como encuentro por los 60 años o si nos volveremos a reunir cada cierto tiempo», explicó Hernández.

No obstante, para todos fue una jornada alegre pues pese a la nostalgia fue un día muy feliz y si hubo lágrimas sin duda fueron lágrimas de alegría.

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