Volver a ese mundo de juegos
Con temas como “el vals de Kairo” se enlazaba el multitudinario concierto del sábado noche con la representación teatral del domingo por la tarde
Verónica Conejo
Martes, 19 de septiembre 2017, 08:48
Mientras que el músico libanés Ara Malikian narraba la historia de su violín para más de 2.000 personas desde el humor pero constatando realidades muy serias; Volver a Jugar de Marisol Rozo, que cuenta con temas del violinista, entre otros, para su banda sonora, y en un entorno mucho más íntimo, para algo más de 100 personas; ha conseguido, de una forma sencilla pero muy medida, despertar los sentidos y la imaginación de los más pequeños, y lo que numéricamente ya no lo somos tanto.
Invitándonos a conectar con nuestro niño interior a no dejar de jugar.
Todas nos pusimos los tacones rojos de mamá y jugamos a ser mayores, pero que el paso de los años que blanquean la sien no sean motivo para olvidar lo que soñamos un día cuando éramos niños.
Patricia Roldan nos adentra dulcemente en un mundo en el que los peluches cobran vida, y trenes de madera llegan a la estación silbando a los viajeros; donde un palo puede ser un remo, una barra de danza o convertirse en la estructura para hacer teatro de guiñol, y seguir creciendo junto a Alberto Arcos, nuevo compañero de juegos y aventuras. No olvidemos que el juego es la manera natural de descubrir y despertar al mundo.
Según su creadora, esta obra es para que los niños retomen y los adultos recuerden la pureza que todos llevamos dentro.
Para la espectadora de 3 años Ayla; ha sido más bonito que nunca.
Y para no perder esa visión y poder volver siempre que se quiera, se despiden con unas sencillas instrucciones. Mirar con ojos de niño, sonreír sin motivo, alborotarse el pelo y volver a sonreír.
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