

Redacción HOY Zafra
Domingo, 19 de marzo 2017, 07:30
Difícilmente encontraras a un zafrense que no conozca su historia, que no le ponga cara o que no sepa porque se convirtió en el icono de nuestra asociación y en la fuerza de unión de muchas personas para crear un proyecto común y un objetivo como el que perseguimos cada día, la defensa y protección de los animales abandonados.
Tenemos que remontarnos trece años en el tiempo, cuando Brown apenas era un cachorro y fue abandonado en la zona de los Cármenes y Pico Veleta. Se convirtió en un perro con mucha personalidad en muy poco tiempo, endurecido en las penurias de la calle amado por muchos vecinos y odiado por otros pocos. No era difícil verlo correr detrás de los coches que no eran de su barriada ladrando o simplemente pasando las horas muertas jugando con sus compañeros de la calle.
En los días más fríos y lluviosos varios vecinos abrían las puertas de sus casas para ofrecerle cobijo pero Brown, difícilmente dejaba que nadie se le acercara, no todo el mundo era bueno con él, y eso le hacía receloso y precavido, una de las pocas personas que con mucha paciencia, tesón y cariño consiguió su confianza, fue Mari Carmen, quien se convertiría en su amiga, su salvadora y en definitiva en su ángel de la guarda.
Mari Carmen consiguió que durmiera en la entrada de su casa, uno de los primeros avances con el pequeño. Lo cuidó, alimentó y trató su epilepsia hasta que por fin logró sacarlo de su situación. Brown sólo conocía la calle, y no se adaptaba a vivir entre las cuatro paredes de una casa, la familia adquirió un campo para ofrecerle la libertad y a la vez la seguridad y protección que necesitaba.
Los últimos años de Brown, han sido maravillosos, ha disfrutado tanto de su familia humana como de sus compañeros de cuatro patas. Desgraciadamente enfermó hace medio año y la familia lo trasladó al hogar familiar, su edad avanzada y su estado de salud hicieron que por fin pudiera disfrutar de una casa. A pesar de todos los esfuerzos realizados por su familia, no pudo aguantar más y nos dejó la pasada madrugada del miércoles 8 de marzo.
La historia de Brown es agridulce, por un lado muestra la crueldad del ser humano capaz de abandonar a su suerte a un animal indefenso en la calle pero por otro lado nos muestra la cara más amable, solidaria y empática de la especie a la que pertenecemos. No podemos olvidar que cada día en España, la historia de Brown se repite a lo largo de toda nuestra geografía, animales que por motivos varios, bien porque ya no son útiles para un fin, han crecido demasiado, ladran mucho, muerden cosas, enferman o simplemente ya se han aburrido de ellos son abandonados a su suerte en nuestras calles en el mejor de los casos y maltratados en el peor. Hoy queremos hacer mención especial tanto a Mari Carmen y su familia como a sus amigos de cuatro patas Sky, Sety, Mambo,Keny, Lucas, Lola, Zeus, Andy, Blaky, Lesky, y su amiga en los últimos días Noa. Descansa en paz pequeño. ¡Nunca te olvidaremos!
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