El teléfono contra el acoso escolar es el 900 018 018
Comenzó a funcionar el pasado 1 de noviembre
Irina Cortés
Domingo, 6 de noviembre 2016, 07:52
"Es cosa de niños", una frase que durante mucho tiempo ha minimizado el acoso escolar. Un problema que en los últimos años se ha puesto de relevancia por la violencia y atención mediática prestada a algunos casos.
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Y es que peleas, riñas y burlas las ha habido siempre, pueden solucionarse, pero cuando no es así y se convierten en algo continuado nos enfrentamos a acoso.
Ahora, el día 1 de noviembre comenzó a funcionar, el Ministerio de Educación ha puesto en marcha un teléfono; 900 018 018 que atenderá a aquellos y aquellas que quieran contar su caso o el de un conocido o conocida.
Éste teléfono estará operativo las 24 horas del día, los 365 días del año y será gratuito y anónimo. Tal y como ocurre con el número contra el maltrato machista, 016, las llamadas no quedarán reflejadas en la factura de los que lo utilicen.
Según datos de Educación el acoso escolar afecta a alrededor del 4% del alumnado, un acoso que suele comenzar con los motes, las risas, humillaciones y acabar en agresiones físicas. Un culmen de todo un proceso.
El teléfono de ayuda estará atendido por profesionales como psicólogos, trabajadores sociales... colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los que derivarán los casos más graves y que precisen investigación policial. Aunque la iniciativa no ha contado con todo el apoyo, especialmente de colectivos de psicólogos, ya que en la oferta del servicio es ambiguo en cuanto a la titulación del personal que atenderá el teléfono, y agrupaciones de persocas sordas que han considerado que no es un medio adaptado a todo tipo de discapacidades.
El objetivo del acoso es hacer sentir miedo, ya sea a las agresiones o a las burlas y repercute en el aislamiento de la víctima de este maltrato.
¿Cómo reconocer estos casos? Lo importante es pararse a observar.
Tanto padres como profesores pueden notar el cambio de humor del menor; si es continuado, si no quiere participar de actividades en grupo, si todas las mañanas evita ir a clase, si apenas duerme y se encuentra ansioso, si se siente aislado, come poco o mucho, sus cosas aparecen rotas y finalmente su tiene marcas o cortes.
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Como en la vida adulta un niño o niña puede ser testigo de una situación de acoso, ¿cómo debería reaccionar?, ¿cómo debe reaccionar un adulto?
A veces el miedo o no sentirnos involucrados con lo que pasa puede hacernos insensibles o partícipes de una situación. En este caso de acoso escolar se recomienda explicar a los niños y niñas que no deben "reírle las gracias" al acosador. Y por su puesto no aislar a la víctima del acoso pues es ese aislamiento lo que resalta el miedo y la indefensión que sienten.
Además de víctima u testigo un niño o niña puede ser el acosador, es difícil para muchos padres aceptar este hecho pero también existen indicios que despierten las alarmas.
Un menor que acosa es un niño y niña acostumbrado a menospreciar a los demás, no trata a otros niños como iguales y quiere que los demás le rían las gracias.
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Tampoco está acostumbrado a aguantar la frustración, no se censura a sí mismo ni se siente culpable por sus actos ya que no se pone en el papel de los demás.
Entre otras cosas no respeta las normas y acosar a otros le da sensación de poder.
Los padres y madres que crean que su hijo es un acosador deben poder asumirlo, sin minimizarlo ni alarmarse, se puede revertir trabajando en la empatía del menor. Pero si no se hace se estará reforzando un comportamiento en cuanto a las relaciones sociales que pueden derivar en la vida adulta en violencia familiar o acoso laboral.
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