«Se está haciendo un gran esfuerzo por parte de todos los sectores de la comunidad educativa y aún quedan cuestiones que afinar»
El director nos cuenta de primera mano su experiencia con sus alumnos tras tener que continuar con la programación educativa a distancia
Una de las primeras medidas adoptadas por la Junta de Extremadura para evitar la propagación del contagio de coronavirus y proteger a los menores y sus familias fue el cierre de los centros educativos.
Pero la actividad lectiva no ha parado en ningún momento. Juan Carlos Guerrero Fernández es el director del IES Cristo del Rosario. Él nos cuenta en primera persona su experiencia en este sentido.
- ¿Cómo ha sido el proceso de adaptación en el trabajo telemático con los alumnos?
Difícil. Muy difícil. Tenemos que tener en cuenta que hemos pasado de un sistema tradicional de clases presenciales a otro telemático en el que había poco a ningún hábito (en función de los profesores).
La decisión de la suspensión de clases fue súbita y nos pilló a todos con el pie cambiado. Tanto alumnado, profesorado como familias nos estamos adaptando todavía a la nueva forma de trabajo. Se está haciendo un gran esfuerzo por parte de todos los sectores de la comunidad educativa y aún quedan cuestiones que fijar y afinar por parte de los centros. Esperamos que todo vaya a mejor, por supuesto.
- Herramientas necesarias y utilizadas para la enseñanza por los profesores en estos momentos.
Ordenador y los materiales que desarrollen los contenidos curriculares. Pero esto, a fin de cuentas, es relativamente fácil. Lo complicado es cómo esos contenidos se van a ir dosificando en el tiempo y qué peso van a tener posteriormente en la evaluación final.
Lo ideal sería que todos los alumnos dispusieran de ordenador, pero esto no siempre es posible, ya que los recursos económicos de todas las familias no lo permiten. Otro inconveniente surge cuando en los hogares hay más de un hermano o hermana y no los suficientes equipos informáticos en las casas.
Es evidente que los terminales telefónicos se han convertido en herramientas indispensables en estas circunstancias, proporcionándoles los terminales las herramientas desde las que los profesores trabajan, aunque, evidentemente, el manejo de los móviles no es el mismo cuando se trata de redes sociales que cuando realmente se emplean para trabajar.

- ¿Cómo se imparten las clases ahora en las distintas asignaturas?
El carácter casi imprevisible de la decisión tomada por el Gobierno central y la Junta de Extremadura ha hecho complicado que se lleve a cabo una mejor tarea de coordinación en los centros para que todos los profesores trabajen desde una única plataforma, lo que ha conllevado a que cada docente lo haga de la manera que ha creído más conveniente. Unos utilizan Rayuela como herramienta de comunicación, otros e-Scholarium, una gran mayoría Google Classroom, y cada vez más son los que se suman a las clases online.
Ha sido difícil hacer convivir las distintas formas de trabajar al ser distintas aplicaciones las que se utilizan. Ya parece que todos estamos algo más centrados y los profesores y profesoras saben mejor cómo atender las necesidades de los alumnos y estos, a su vez, han aprendido a utilizar los distintos canales de comunicación, lo que no quiere decir que no puedan surgir problemas o dificultades ocasionales.
- Balance de la situación actual. ¿Cómo responden los alumnos a la educación a distancia? ¿Están implicados?
Los alumnos están más implicados de lo que posiblemente hubiéramos podido imaginar. Es obvio que hay algunos que tienen complicaciones a la hora de acceder, bien porque son más laxos a la hora de trabajar, bien porque tienen problemas de acceso a redes. Pero para eso también los departamentos de orientación de los institutos y los educadores sociales están haciendo una gran labor.
- ¿Cómo es el día a día de un profesor en casa? ¿Cuánto tiempo dedicáis a las clases?
Se puede afirmar que desde que comenzó el confinamiento el trabajo de los profesores se ha multiplicado. Hay que preparar clases, subir el material a las distintas plataformas, recibir el trabajo hecho de los alumnos y corregirlo. Esto supone una implicación continua ya que debemos intentar dar respuesta lo antes posible a lo que se nos pide.
- ¿Crees que dedican los alumnos el tiempo suficiente a los estudios? ¿Hay avance por parte del alumnado?
La mayor parte de los alumnos y sus familias, de las que no debemos olvidarnos, están implicados al 100% en las tareas diarias, a pesar de que, como ya indiqué anteriormente, exista un pequeño porcentaje de alumnos que hayan conectado poco o nada. Los alumnos, al igual que los profesores, están sintiendo presión por realizar lo que se envía diariamente.
Esto nos lleva a la conclusión de que ambas partes debemos de afinar el proceso de enseñanza-aprendizaje tal y como se está llevando a cabo y encontrar el máximo de operatividad y eficacia en las herramientas telemáticas.
- A tu juicio, ¿qué es lo que resulta más complicado en este modo de enseñanza?
La coordinación, puesto que los profesores debemos atender al gran número de alumnado al que se imparte clases, y, del lado de los alumnos, aprender a gestionar los tiempos y las horas.
Las dos partes debemos llegar a acuerdos de tiempos y medidas.
- Quizás los alumnos que se encuentran en una situación más complicada son aquellos que están en el último curso del instituto y han de enfrentarse a las pruebas de la EBAU. ¿Cómo se encuentran estos alumnos?
Los alumnos de 2º de bachillerato están desconcertados. No sólo se enfrentan al nerviosismo e incertidumbre habitual que implican este curso, sino que, además, este año les ha tocado vivir una circunstancia totalmente sobrevenida y excepcional.
Ya han cambiado las fechas de la EBAU, retrasándolas al 30 de junio y 1 y 2 de julio, y a pesar de que el Ministerio de Educación ha afirmado de que se flexibilizarán los contenidos y tipos de pruebas, lo cierto es que este 2020 no sabemos exactamente, todavía, cómo se va a gestionar de forma definitiva. Esto, como es de suponer, acrecienta el nerviosismo y desconcierto del que antes hablaba.
- Una vez que se recupere la normalidad, ¿estarán los alumnos al nivel exigido a estas alturas del curso? ¿Cómo crees que va a ser esa vuelta a la normalidad?
No quiero aventurar nada pero mucho me temo que, tal y como se está sucediendo todo, yo, personalmente, no veo la vuelta a los centros antes de mediados de mayo (como muy pronto. Y ojalá me equivoque). Esto supone que la «normalidad» estaría muy próxima a las fechas de las vacaciones estivales.
Esa vuelta, por tanto, va a ser extraña y con sensaciones raras, y, por mucho que queramos, no se podrá exigir a los alumnos que tengan el mismo nivel como si hubieran asistido a clases presenciales. Y pienso que será en este momento cuando los profesores necesitemos también de una gran cordura. No podremos examinar a los chavales como si aquí nada hubiera pasado. Pero, claro, esta es una opinión muy personal.
- ¿Algún consejo a los alumnos para el tiempo que les queda en casa?
Mucha tranquilidad, mucho sosiego, y paciencia. Esto mismo también se lo diría a los docentes. Estamos todos en la misma situación y debemos remar a favor.
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