Abel y sus padres, a la izquierda, posan con el apoyo de otros padres del centro

"Abel necesita supervisión constante en clase"

El niño de 4 años superó un trasplante multivisceral, sus padres reclaman personal formado en su aula

Irina Cortés

Viernes, 26 de octubre 2018, 09:52

Lazos y globos verdes para ilustrar la nueva lucha de la familia del pequeño Abel Domínguez Guerrero para que éste acuda sin riesgos a su clase en el colegio Pedro de Valencia de Zafra.

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Con el apoyo del AMPA y el centro Raquel Guerrero, madre del menor, ha dado un nuevo paso para poner en conocimiento de todos el problema que le supone garantizar la escolarización del menor.

Abel, conocido como "pequeño gran luchador" ha pasado por siete operaciones, le extrajeron el intestino casi por completo, ha superado una infección por una bacteria y una septicemia, una infección de la sangre que se extiende por todo el organismo, finalmente el pasado 2017, en abril, consiguió el trasplante de hígado e intestinos que llevaba dos años esperando y que salvó su vida.

Una vida que poco a poco ha ido recuperando la normalidad y ha podido compartir con su familia y su hermano gemelo, Víctor.

Normalidad relativa que pasa por cumplir etapas, entre ellas ir como todos los demás al colegio. No pudo empezar a los 3 años, como su hermano, pero sí lo ha hecho este año, en la clase de 4 años de primaria del colegio Pedro de Valencia.

"A él le gusta ir al colegio, esperamos un año por su condición física pero en cuanto los médicos dieron el visto bueno lo trajimos, él no puede venir a primera hora pues tiene un horario para el desayuno pero nos hemos ido adaptando", explica su madre, Raquel Guerrero.

No obstante, explica que Abel debe recibir atención constante debido a su salud y para ello solicitan que haya un enfermero, enfermera, auxiliar de enfermería o una persona formada en su cuidado para que lo atienda, en exclusiva.

Desde el centro explica la directora, Antonia Granero, que Abel ha realizado su periodo de adaptación flexible sin problemas y se ha trasladado su caso y sus informes médicos en distintas ocasiones a la unidad de programas educativos de la delegación provincial de Badajoz con la solicitud de que personal sanitario atienda al niño. Algo que no se ha concedido al no considerar que la situación de Abel entrañe riesgo vital.

Un riesgo vital que su madre relativiza.

"Es cierto que no supone un riesgo inmediato pero él tiene una sonda nasogástrica, está inmunodeprimido, es alérgico a la proteína de la leche, no puede coger comida de los compañeros ni ellos la de él, debe seguir protocolos de limpieza constantes, hay que cuidar de que no se abra la sonda, no se puede quitar la mascarilla, además del vaciado de bolsa... Todo ello supone que necesita una supervisión constante, solo para él.

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Nuestro miedo y lo que no queremos que pase es que coja una infección que desemboque en riesgo vital."

Por todo ello, y en base a los informes médicos, se ha solicitado que haya un enfermero o enfermera con él en clase.

"Nosotros pedimos la supervisión constante, ya sea de una enfermera, auxiliar de enfermería o ATE (auxiliar técnico educativo) que esté formada"

Agradece la implicación del centro que les ha apoyado en todo momento, el colegio está de acuerdo en que se ocupe la ATE pero es que entre las competencias de estos se especifica que son funciones en relación con las tareas de su vida diaria que no tengan carácter sanitario y que no pueda realizar por si mismo a causa de su discapacidad, el alumno.

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"Para que lo haga la ATE ésta quiere que se ponga por escrito que entre sus tareas está la atención sanitaria a Abel y me piden a mí que firme un documento que la exima de responsabilidades, algo que no voy a firmar, porque yo te puedo formar en su cuidado pero dejo a mi hijo en el colegio en donde no estoy y no sé qué pasa", concluye.

En los últimos días la situación les preocupa más porque Abel pasa más horas en clase, pero tanto la profesora como la ATE (auxiliar técnico educativo) tienen que atender a más alumnos, no solo a Abel.

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"El niño ha empezado a venir al cole desde las 10 hasta las 14.00h por lo que ya son más horas, por eso estas semanas he llamado para ver si nos concedían ese personal sanitario, al decirme en Secretaría General de Educación que no he decidido movilizarme, grabé un vídeo explicando la situación y lo compartí con los padres y madres del colegio y de ahí fue a las redes sociales, parece que es necesario ese revuelo para que nos hagan caso, porque esto lo llevamos solicitando desde hace un año", explica.

Gracias a esta movilización civil ha mantenido varias reuniones, entre ellas con el Ayuntamiento que intercederá ante otras instituciones "el concejal de educación se involucró desde el primer momento y ahora también me he reunido con el alcalde, también desde la oposición me han ofrecido apoyo", cuenta Raquel junto a su marido Fermín Domínguez a las puertas del colegio en donde recogen a los pequeños Abel y Víctor.

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Les acompañan otros padres del centro con lazos verdes, el color de los ostomizados, cuenta Raquel.

Desde la Junta de Extremadura explican que la consejería ya está analizando y barajando posibles soluciones y se está preparando una reunión entre la consejera y la madre del menor para la próxima semana.

Guerrero y su marido, ambos desempleados, esperan que la situación mejore en breve.

"Ahora mismo Abel requiere atención las 24 horas, en clase y en casa, pero poco a poco va aumentando su autonomía, con la edad él podrá hacerse cargo de cosas como su cambio de bolsa... pero ahora lo que necesitamos es que pueda venir a clase con la misma tranquilidad que cualquiera de sus compañeros"

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