Lara Mosqueda
Sábado, 24 de septiembre 2016, 10:36
¿Qué niña no ha soñado alguna vez en su vida tener una corona? Nos daba igual que fuera de plástico, grande, pequeña, plateada, dorada, nosotras sólo queríamos sentirnos reinas aunque fuera por un día en nuestras vidas.
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¿Qué niña no ha querido ser una reina?
Pues bien amigos, en esta vida los sueños se cumplen.
El día 23 de septiembre tenía una de las citas más importantes del momento: mi coronación. El día se presentaba lleno de planes : recogida del vestido, peluquería, maquillaje, manicura, etc. Todo para que al marcar el reloj las 20:15 horas estuviera preparada en el Pabellón Banesto y así dar comienzo a uno de los días , por no decir el más, bonito que me esperaban en esta feria.
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En un principio no me encontraba nerviosa , pero al ir acercándose el momento de entrar en la caseta municipal, he de añadir que estaba abarrotada de gente, los nervios iban surgiendo en mí. El corazón me iba a una velocidad incalculable. Y menos mal que estaba allí Cristina, una de las damas. Y Santa Cristina diría yo , que calmaba mis nervios o al menos lo intentaba, que no es poco. También he de decir que no sé cuál de las dos estaba más nerviosa.
El acto comenzó, todas fuimos entrando en la caseta con nuestro respectivo acompañante, cruzando una larga alfombra hasta llegar al escenario. Y lo más importante , a cada lateral de esa alfombra había infinidad de personas. Os juro que no sabría deciros la cantidad de gente que allí se encontraba.
El camino hasta el escenario creo que es la parte de la noche que más me costaría definiros. Es algo mágico. Ver cómo todo el pueblo de Zafra, todas esas personas te apoyan, te muestran su cariño y te halagan es algo que sólo se puede definir con una palabra: magia. El acto comenzó y la reina del año pasado. Elena, me cedió la corona. Los nervios seguían a flor de piel. Seguidamente colocamos las bandas, yo les impuse las bandas a cada una de las damas y el alcalde de Zafra lo hizo después conmigo.
Y como broche de oro : el pregón de Flora Sánchez Castañón. ¿Qué voy a decir yo de esta mujer ? Os prometo que todo lo que diga no va a poder acercarse lo más mínimo a lo que es la mujer de la que os hablo. A todo el que escuchaba que el pregón duraba una hora, aproximadamente se le venía el mundo encima pensando que podría ser de lo más aburrido. Pero he de decir que todos ellos se equivocaban. No sé deciros con certeza cuánto duró pero para mí fue como si no hubieran pasado ni cinco minutos. Flora nos atrapó a todos con sus palabras, hizo que todos los allí presentes se emocionaran recordando su infancia , sintiéndose identificados por tener una madre han luchadora como la que ella cuenta tener, con la importancia que ella le daba a la familia, etc.
Puedo decir con la boca bien grande que es buena periodista, pero aún mejor persona. Si tuviera que definirla con una palabra, esa sin duda alguna sería la palabra humildad.
Y no hay nada más bonito que ver que una persona por muchos retos que haya conseguido en su vida nunca pierde su humildad.
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Por último , quiero despedirme de vosotros haciendo alusión a algo que Flora dijo en su pregón. Ella decía que para ella su pilar fundamental era su familia y que esta es lo más importante que tenemos en nuestra vida. Pero en concreto hacía alusión a esas madres que sacan de donde no lo hay sólo por ver a sus hijos sonreír. Yo también tengo una madre de esas que son tesoros. Para todos ustedes yo sería la reina, pero para mí la reina siempre es ella, mi madre.
Nos vemos pronto.
Con amor
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