La librería Atenea recibe el I Premio al Trabajo Autónomo a la trayectoria empresarial

La librería Atenea de Zafra ha recibido el I Premio al Trabajo Autónomo de la provincia de Badajoz a la trayectoria empresarial, otorgado el pasado 11 de junio por la Asociación de Trabajadores Autónomos de Extremadura (ATA), en un acto celebrado en el Hospital Centro Vivo de Badajoz. Se premia así a esta librería de gran recorrido histórico en la ciudad, fruto del relevo generacional de madre a hijo, su actual dueño, Iván Díaz Canseco: «Es un honor, un orgullo y una sorpresa porque no me lo esperaba. Me hace una ilusión tremenda», ha confesado.

El objetivo de este premio, que se encuentra en uno de los cinco ejes estratégicos del proyecto Fomento del Emprendimiento y el Autoempleo, Digitalízate Badajoz, gracias a un convenio de colaboración entre la Diputación de Badajoz y ATA Extremadura, es reconocer públicamente el esfuerzo, la trayectoria y la contribución de las personas autónomas al desarrollo económico y social de la provincia.

La historia de la librería no comienza en la calle Santa Clara, su sede actual, sino que hay que trasladarse a las inmediaciones de la Farmacia Buzo, donde el local estaba situado justo en frente. La madre de Iván, que regentaba su propia librería en la localidad de Los Santos de Maimona (Librería Carmen), se enteró del traspaso de la librería zafrense e inmediatamente, en el año 1990, se hizo cargo de ella durante unos siete años. Viendo que el negocio funcionaba y crecía, decidió comprar el actual local: «En 2005 mi madre tenía otros proyectos en mente y me dijo que si me quería quedar con la librería. En esa época yo vivía en Sevilla y me atrajo mucho la idea, así que lo dejé todo y me vine», ha señalado Díaz, cumpliendo este 2025 20 años al frente del negocio: «Encima acabo de cumplir 50 años, con lo cual todo muy redondo», ha dicho entre risas. Unos años más tarde Pepa, pareja de Iván, llegaría a la familia Atenea hasta la actualidad: «Es un gusto trabajar con ella porque nos complementamos estupendamente. A la hora de atender a alguien, ella tiene más 'feeling' con el libro infantil y yo soy más de novela negra», ha afirmado.

Precisamente, lo que más le gusta a Iván Díaz en su labor diaria es «la atención al público, aunque cada vez es más difícil porque los gustos son cada vez más difíciles de contentar». Pero eso no le frena a la hora «de ser de lo que hago, lo mejor», un lema que siempre tiene en mente.

Además de libros, la librería tiene una parte de papelería, de la que ha confesado «soy un enamorado».

A lo largo de los años las librerías han experimentado una evolución significativa, pasando de ser simples negocios a convertirse en grandes espacios y ser un motor más en el fomento de la cultura local, gracias a la organización de diferentes actividades como presentaciones de libros, encuentros con autores o clubes de lectura, entre otras. Aun así, las librerías tienen que seguir reinventándose para adaptarse a los nuevos gustos y a la transformación digital: «Antes existían dos bolígrafos de cierta marca de toda la vida, uno azul y otro naranja. Ahora tienes ocho tipos de esa marca y así con todas las marcas. Hemos evolucionado a tener más productos para satisfacer a la clientela», ha apuntado Iván. También tienen que hacer frente a imprevistos o a momentos duros, como fue la pandemia de la Covid19: «Como teníamos material para los niños y libros, nos dieron permiso para abrir y solo estuvimos cerrados un mes. La gente leía más que nunca y los niños necesitaban este material», ha apuntado.

Para el responsable, el hecho de ser autónomo le ha permitido adquirir muchos conocimientos a la hora de sacar adelante el negocio: «He aprendido contabilidad, marketing, postventa etc. No te queda más remedio». Pero el hecho de ser autónomo también se presenta como «una dicotomía. Por un lado, te da libertad, pero por otro no. Puedo ir tranquilamente a hacer un recado o que mi mujer vaya a ver a sus padres a Sevilla, pero cuando hay periodos de mucho trabajo no podemos». Es por eso que, para los futuros emprendedores, Díaz les ha aconsejado «paciencia. En un mundo con tanto movimiento en el mercado hay que tener un poquito y saber qué necesita el público».

Aunque ha afirmado que a veces se plantea el futuro de su negocio, lo cierto es que no tiene muy claro cuál va a ser: «No sé si traspasarla o quedarme hasta que me jubile, como no tengo descendencia». Pero lo que sí tiene claro Iván Díaz es que las librerías «tienen un futuro esperanzador», que el libro «se mantendrá siempre porque la gente sigue leyendo» y que hay que seguir apoyando los negocios locales y como tal el tejido comercial de Zafra.

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