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Sábado, 2 de noviembre 2024, 10:00
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El sacerdote José Ángel Losada Gahete nació en Granja de Torrehermosa en 1959. Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Diocesano de Badajoz. Fue ordenado sacerdote en 1984 y ha servido en las comunidades parroquiales de Valverde de Llerena y Fuente del Arco, Fregenal de la Sierra, Burguillos del Cerro y actualmente en Zafra.
Su labor sacerdotal es de sobra conocida, lo que muchos desconocían era su faceta como poeta, con una obra que ha sido reconocida con la concesión de distintos galardones, el último el prestigioso Premio Internacional de Poesía 'Jorge Manrique', en su octava edición, con el poemario 'Breviario de la Luz'. El premio es convocado por la Diputación de Palencia y el Ayuntamiento de Paredes de Nava con el objetivo de fomentar la creación poética en lengua castellana y para recordar la figura del ilustre poeta nacido en esa localidad. Está dotado con 6.000 euros y la publicación del poemario por parte de la editorial Cálamo.
Un galardón con quien Losada dice sentirse muy agradecido, pero también «abrumado y sorprendido», más teniendo en cuenta que fue concedido por unanimidad de un jurado que lo ha felicitado y ha sabido captar el particular estilo de este 'sacerdote poeta', su voz personal y limpia, su lenguaje sencillo, cercano, su manera elegante de expresar los que pasa en su interior, y, en definitiva, su calidad literaria y la llamada a la reflexión que impregnan cada uno de sus versos.
'Brevario de la luz'
'Brevario de la luz' es un libro espiritual que le surge haciendo lo que más le relaja, a través de una imagen en un paseo al atardecer: Un gorrión mecido por el aire en una rama de hinojo. «Esa imagen me impactó, porque así es nuestra vida, somos como ese pájaro, con un cuerpo leve, con gran fragilidad, con un aire que nos hace movernos, que tememos a la noche y a la sombra que pueden llegar como amenaza, pero que a la vez se convierten en promesa de un nuevo día», avanza el poeta.
Emprende así José Ángel Losada toda esa búsqueda: «Somos inacabados y siempre estamos en búsqueda de la luz, porque incluso las sombras y las dificultades de la vida se convierten en lugares de revelación», y es precisamente esa luz la que intenta desnudar desde la interioridad. En este sentido destaca dos versos del poemario que le resultan imprescindibles: «Solo en las raíces amanece» (en nuestra interioridad está la luz que tenemos que buscar), y «solo el silencio alumbra».
Reconoce que no escribió el poemario con la intención de ganar el premio, «lo escribí por necesidad, en ese camino de búsqueda, de asombro», de ahí que incluya temas como el tiempo, la soledad como lugar de encuentro, la muerte como superación de límites, la ceniza como protectora del rescoldo o el sentido de la cruz, como explica el poeta que en esta obra utiliza muchos signos del Evangelio en sus versos, pues para él su vida, el sacerdocio y la poesía van de la mano: «Soy cura y poeta, no puedo separar eso, vivo mi sacerdocio desde mi ser poeta», dice.
Sus inicios
No sabe decir José Ángel Losada cuándo ni cómo fue su primer encuentro con la escritura, porque escribe desde siempre. «En la adolescencia para mí escribir era una forma de desahogarme, de profundizar en lo que me pasaba, en lo que vivía, y a medida que ha ido pasando el tiempo escribir poesía se ha ido convirtiendo en una necesidad».
Reconoce que siempre ha sido «muy tímido e introvertido» respecto a la poesía, le costó presentarse a un certamen literario, «concebía la poesía como algo personal e íntimo», pero afortunadamente se encontró con gente que lo animó a compartir esa experiencia, «lo que te ayuda a ti, le puede ayudar a otros y lo que sentimos lo pueden sentir otros, y lo que yo escribo puede ayudar a otros a buscar luz y sentido», por eso se lanzó, estando ya en el Seminario estudiando Filosofía, y presentó un trabajo que ya entonces fue premiado.
Tiene muchos poemarios escritos, solo se conocen los que ha hecho públicos y con los que casualmente ha ganado premios. Uno ha sido editado por Diputación de Badajoz, 'Sarmientos en la Herida', que recoge dos poemarios, 'Cuaderno del fuego', ganador del XXI Premio de Poesía García de la Huerta (convocado por el IES Suárez de Figueroa en 2019), y 'Prontuario'. También ha publicado 'Avisos a náufragos' (Premio Porticvs, Villanueva de la Serena, Asociación Cultural Porticvs, 2008), 'Anexos' (Premio Villa de Alón, Valladolid, 2009), y 'Poemas de los Cudriales' (Premio Ciega de Manzanares, Madrid, ed. Vitruvio, 2011).
A pesar de su prolífera obra, dice Losada que necesitaría más tiempo, sosiego y constancia para poder escribir, trabajar las ideas y revisar los poemas, «un poema nunca está terminado, los poemas son como nosotros, inacabados».
Tras 'Brevario de la luz' ha escrito otros dos poemarios, que vienen a completarla como una trilogía, en los que este sacerdote poeta continúa con esa espiritualidad y búsqueda: 'Trinos', en el que el símbolo clave es el pájaro solitario de Fray Luis de León, y 'Celebración del silencio', en el que el símbolo es el propio silencio.
«Todo lo que ha sido verdaderamente contemplado, debe ser poema». Con esta cita de Rilke termina José Ángel Losada 'Brevario de la Luz', y así entiende también él la poesía: «Los poetas son capaces de expresar experiencias que todos tenemos y que no somos capaces de expresar, y tiene además un elemento misterioso y mágico, cualquiera que lee poesía y la hace suya descubre cosas que a lo mejor el poeta no ha pretendido y que están ahí, y se convierte en luz para los demás», finaliza el sacerdote, asegurando que es la sensación que tuvo tras ser su obra la ganadora de este prestigioso premio.
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