David Apolo García
Sábado, 12 de abril 2025, 17:56
Familiares de los usuarios y trabajadores de la Residencia de Personas Mayores José González Barrero de Zafra se han concentrado este sábado 12 de abril en la plaza González Barrero para, con una gran pancarta, reivindicar «una residencia digna para nuestros mayores».
Sobre las 12 horas se ha llevado a cabo la concentración, que ha contado con numerosos vecinos y vecinas, que han querido mostrar su apoyo a la causa. También han estado presentes ex trabajadores de la residencia, representantes sindicales y, por parte del Ayuntamiento de Zafra, el alcalde Juan Carlos Fernández y concejales y concejalas de la corporación municipal. La concentración ha contado también con el apoyo del comité de empresa del ayuntamiento.
Familiares y trabajadores, a través de un escrito reivindicativo, que ha leído una familiar, han manifestado «el profundo malestar, preocupación y hartazgo ante la grave situación de abandono en la que se encuentra esta institución». Un escrito que han compartido por redes sociales y distribuido en diferentes puntos de la ciudad, para recoger firmas, y que también se ha presentado al ayuntamiento, directo gestor de la residencia, de titularidad autonómica, donde exigen que tome «medidas inmediatas y efectivas» para solventar las carencias, resumidas en cinco puntos principales: falta de personal, reducciones de jornadas no cubiertas, falta de inversión y dotación y mantenimiento, ausencia de atención terapéutica y una plaza de director/a que lleva sin cubrirse desde hace cuatro años.
Seguidamente han detallado más en profundidad cada uno de estos problemas. La plantilla es escasa para atender a los residentes, especialmente los que son totalmente dependientes, que representan el 60%. Esto provoca una falta de atención inmediata ante cualquier situación de primera necesidad, lo que suponen, dicen, «un atentado contra su dignidad y bienestar». Tampoco se cubren las bajas laborales o tardan demasiado, «debido, principalmente, al exceso de burocracia y a que, en el orden de prioridades del ayuntamiento, la residencia ocupa uno de los últimos lugares», señalan, añadiendo que actualmente, hay dos trabajadoras con una reducción de jornada del 50%, y su ausencia no ha sido cubierta. Además, la plaza de una trabajadora liberada sindical tampoco ha sido reemplazada, «dejando una carga desproporcionada sobre el resto del personal».
En cuanto a la falta de inversión en dotación y mantenimiento, han alegado que, de los dos ascensores existentes, uno de ellos lleva más de un año fuera de servicio. Esto provocó que el año pasado, cuando el otro ascensor sufrió una avería (y que de nuevo se ha averiado este pasado viernes, han indicado), los residentes con movilidad reducida tuvieron que ser subidos al piso superior por los bomberos, hasta que pudo ser reparado casi una semana después. Tampoco funcionan otros aparatos como una secadora y el lavavajillas y no hay climatización en las habitaciones. Asimismo, han resaltado la ausencia de una atención terapéutica para los residentes, que se limitan a ser recogidos, aseados y alimentados, «sin recibir una atención integral para mejorar su calidad de vida».
Por último, han reivindicado que la plaza de director/a lleva sin cubrirse desde hace cuatro años, siendo ocupada en la actualidad, de forma interina, por una enfermera de la plantilla, «lo que, no solo supone una sobrecarga para la profesional, sino que también deja su puesto de enfermera vacante, cubriéndose de forma intermitente y sin continuidad».
Es por ello que exigen «soluciones reales y urgentes» ante estas carencias, así como «un compromiso real y efectivo del ayuntamiento para priorizar el mantenimiento y la mejora de la residencia». En este sentido y tras reunirse con el alcalde, han informado que ya se está procediendo a la contratación de parte del personal que faltaba, «lo cual supone un primer paso hacia la solución de los problemas». Además, han solicitado al alcalde otra reunión urgente para tratar estos temas con más profundidad: «Nuestra intención no es politizar esta situación, sino exigir soluciones reales y urgentes para los problemas que afectan a nuestros mayores y a los trabajadores de la residencia. En nuestro manifiesto también dejamos claro que esta situación no es nueva y que viene de lejos. No estamos acusando a una corporación en concreto, sino a la de los, al menos, últimos cinco años, porque esta problemática no es reciente», han aclarado. Los trabajadores han asegurado que, si los avances no se producen, habrá más parones.
Por su parte, Juan Carlos Fernández ha destacado que, desde el ayuntamiento, «estamos trabajando desde el primer día que entramos en el gobierno y empeñados en que la residencia funcione como tiene que funcionar y que tengamos un servicio adecuado para nuestros mayores». En cuanto a las reivindicaciones, ha dicho que «se están solucionando poco a poco y estamos manteniendo numerosos contactos con la administración autonómica». Ha afirmado que el personal está cubierto, que los aparatos funcionan y que el ascensor está en licitación, pero que conlleva unos procedimientos administrativos. Por último, ha señalado que el ayuntamiento aporta alrededor de 500.000 euros de sus fondos para el correcto funcionamiento de la residencia, aparte de la aportación de los residentes y de la Junta de Extremadura: «Nadie puede decir, como aquí se ha dicho, que la residencia no es prioritaria para el ayuntamiento», ha recalcado.
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