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GRan afluencia de público HOY

Culmina una feria abarrotada de público

A la feria viene a comprar y a vender ganado, pero también una larga lista de clásicos

Lucio Poves

Martes, 7 de octubre 2025, 20:05

Una nueva edición de la Feria de Zafra está a punto de terminar. La de este año no ha tenido nada que ver con la 'triste' del 2024 cuando el ganado rumiante no estuvo presente por culpa de la lengua azul: Ni ovejas ni vacas, ni cabras…. Las naves vacías ahuyentaron a muchos visitantes. Este año, con sol y moscas como en los toros, una gran masa humana ha llenado cada rincón de esta feria que tiene su parte agroganadera y la festiva. En ambas no cabía un alfiler desde la mañana a la madrugada.

Las colas de vehículos por las carreteras de acceso, especialmente por la que une Los Santos y Zafra, fueron especialmente 'dolorosas' el sábado y el domingo pasados. Pero había ganas de feria y las incomodidades se consienten, porque la mayor feria de ganados de Extremadura lo merece.

Aquí, a la feria, se viene a comprar y a vender ganado, pero también una larga lista de 'clásicos de la feria'. Especialmente elementos que luego sirven en las matanzas caseras, para la caza, la equitación, el pastoreo, sombreros, zapatos, tractores, maquinaria agrícola…

Los grandes campanos de Montehermoso no han fallado y el 'dolondon' te lleva a la más pura dehesa. Tampoco han faltado los 'Teodomiros' de Zalamea de la Serena con sus afiladas navajas. Quien no ha comprado su 'navajina' en esta feria de las vanidades donde los mejores ejemplares de razas como la retinta, los merinos, el charolés o los caballos de Pura Raza Española se enseñorean en sus boxes de las naves de ganado.

Este año una carreta del Rocío, que hace el camino con la hermandad de Sevilla, estuvo presente en las feria y tanto la Secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García Bernal, como la presidenta de la Junta, María Guardiola, ejercieron de guías por un momento con la clásica vara de mando ante dos hermosos bueyes de la raza berrenda en colorao. Ha sido una de las atracciones de esta feria de ganado que nada tiene que ver con aquellas de antaño en que el ganado llegaba a Zafra por los caminos, atravesando las calles de los pueblos con un reguero de olor a oveja merina y a cerdo ibérico, ... el olor de la feria.

Evolución de la feria

Contaba estos días Santiago Malpica, comisario de la Feria de Zafra, que los ganaderos que llegaban a Zafra a principios de siglo dejaban los ganados que traían para vender en los alrededores del pueblo y que los zafrenses, siempre tan hospitalarios, les abrían sus casas y en ellas se quedaban los días que permanecían en Zafra. Luego el ganado se empezó a comprar 'en cartera', con el bar Salón Romero como centro neurálgico de las transacciones.

Luego llegó la conversión de la feria en Regional de Campo Extremeño y su traslado a la zona actual y en el 92 la gran expansión: La feria se hizo inmensa y sin barro que pisar por sus calles; un sueño de todos los alcaldes qué han pasado por Zafra.

El actual ha adelantado que la Unión Europea inyectará 1,5 millones de euros del plan EDIL que destinará íntegros a la feria. También aclaró en su discurso que ya era hora de descubrir que nunca en la feria de Zafra han acudido más de un millón de visitantes, que si acaso la mitad. Ya era hora de que un presidente de la Entidad Ferial se atrevía a desmontar un 'bulo' que no sabemos quién se inventó y que era cosa difícil de desmontar. Lo de que en Zafra 'tendrás mucho ganado' fue y sigue siendo una frase ingeniosa.

La feria termina y nos ha dejado estampas muy clásicas de corderos asándose lentamente en el pabellón de Coederex, lleno siempre de quien se acerca a la buena gastronomía. Niños con una bolsa de plástico y en el interior el pez en su agua. Cajas de cartón agujereadas donde transportar todo tipo de aves, desde perdices hasta gallinas de las más puras razas extremeñas. Todas ellas compradas en la nave de Cinegética, y el bastón, la 'carterina' de piel.

Los niños que han acudido a esta feria del 2025 tenían los ojos como platos viendo enormes paelleras donde se cocinaba el arroz o los huevos fritos, y a los gañanes poniendo guapos a los ejemplares de concurso presentados en la feria. Muchos visitantes cargan con la talega de casa y, en cualquier sombra del ferial sacan la fiambrera con los filetes empanados. Porque la feria es grande, sí, pero algo cara, sobre todo para los que tienen que pagar para comer y no desfallecer de cansancio.

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Culmina una feria abarrotada de público