«Un año calamitoso»
El portavoz del Grupo Popular, Juan Carlos Fernández, hace balance del 2020
Juan Carlos Fernánde. Portavoz del PP
Jueves, 31 de diciembre 2020, 14:05
2020 es un año calamitoso. La pandemia del coronavirus ha trastocado todas las expectativas, ha segado decenas de miles de vidas, y amenaza con colapsar nuestra economía. En Zafra también hemos sentido sus efectos y hemos tenido que lamentar un triste balance de víctimas. Hacia ellas, hacia sus familias y amigos, se dirigen nuestros primeros pensamientos. Y hacia los enfermos, a los que deseamos una pronta recuperación, al tiempo que expresamos nuestro reconocimiento a todos cuantos se esfuerzan día a día para ayudarnos a superar las consecuencias de todo tipo del virus.
Este año, desde luego, es para olvidarlo. Pero, respecto de la institución municipal, hemos de decir que su vida no puede paralizarse. Que su funcionamiento democrático no puede verse entorpecido por ningún virus. Por eso tenemos que hacer un balance muy negativo de la gestión socialista en dos mil veinte.
Ha continuado la política de propaganda masiva y de desprecio a quienes critican, olvidando el Gobierno que la oposición también representa al pueblo: exactamente igual que ellos, solo que a ellos le ha conferido la misión de gobernar para todos. Nos encontramos con un alcalde y un Gobierno municipal que no admiten la crítica, que cuando se enjuicia su labor acuden inmediatamente a la acusación de embarrar. Sólo cabe estar callado, si no se quiere ser víctima de sus iras. Si presentamos propuestas, embarramos. Si criticamos, también.
Su prepotencia ha tomado cuerpo en ataques personales contra este portavoz, mediante el recurso a las más burdas mentiras y a la manipulación. Con soberbia, no dudan en utilizar cualquier crítica política, pero también cualquier pregunta o cualquier propuesta para decir que se ataca a los trabajadores, a la institución o al alcalde. Lamentable.
Y, mientras, Zafra no tiene presupuestos municipales para 2020. No han sido capaces de elaborarlos. Y eso que había hasta cinco concejales, incluyendo al alcalde, que disponían de dedicación exclusiva en mayor o menor grado. Aunque, claro está, hay dos concejalías que están liberadas a la carta, ahora sí, ahora no.
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La vida cultural ha sido clausurada. Y la deportiva: hay chavales que tienen que ir a otras localidades, donde se abren las instalaciones, con todas las garantías de seguridad, para practicar deporte. Hasta cerraron el cementerio por Todos los Santos, mientras en otras localidades se abrieron los camposantos con medidas adecuadas. Y el alcalde llegó a manifestar que no quería que nadie viniera a Zafra ni nadie saliera de Zafra, provocando no sólo el revuelo mediático sino un notorio perjuicio económico en la hostelería y el comercio.
Las medidas de ayuda para empresas y autónomos son insuficientes. Y la Junta debe cientos de miles de euros al Ayuntamiento, pero no hay que pedirle nada, eso parece no tener importancia. Y si pedimos que incremente la asignación para la residencia de ancianos, nos acusan de pensar con el bolsillo, cuando ellos mismos pedían la misma cosa. Pero ellos tienen bula, por lo que se ve.
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No hemos conseguido conocer la postura del alcalde sobre la pretensión, felizmente rechazada, de entregar los remanentes de tesorería municipales para poder participar en un fondo estatal de financiación a los Ayuntamientos. Zafra debería haber entregado al Gobierno ¡¡¡5 millones de euros!!! El alcalde nadó y guardó la ropa, nunca se pronunció.
Son tantas las cuestiones que deberíamos abordar, que no disponemos de espacio. Terminaré recordando que en los primeros meses del año surgió un movimiento a favor del hospital. Que hubo una manifestación y que los trabajadores se manifestaron durante semanas a las puertas del centro sanitario. Que todos estuvimos del lado de los que pedían soluciones para los problemas de nuestro hospital. Y que el alcalde, en vez de ponerse al frente de su pueblo, se puso frente a su pueblo. A la Junta no hay que toserle.
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Sin ir más lejos, cuando hace unos días descubrimos que una de las dos ambulancias que prestaban servicio en Zafra la destinaban a otra localidad, presentamos un escrito para que el alcalde se interesara y exigiera el restablecimiento del pleno servicio. Su contestación: eso no es competencia municipal, que nos dirijamos a la Gerencia del área de salud. Es de suponer que un alcalde tiene que velar por todo aquello que afecta a sus vecinos, aunque no sea de la estricta competencia municipal: en ese caso, exigiendo a las autoridades lo que sea menester para el bienestar de su pueblo.
Esperamos y deseamos para todos los vecinos de Zafra que en 2021 dejemos atrás el virus y empecemos a recuperarnos. Feliz Navidad.
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