Antonio Martínez durante su exaltación D.A.

Antonio Martínez Guillén exaltó con devoción y fe a la Virgen de la Esperanza

El encuentro se celebró con motivo del Año Santo Jubilar y reunió a hermanos, devotos y fieles en torno a la imagen mariana

David Apolo García

Lunes, 15 de diciembre 2025, 12:15

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza celebró el domingo, 14 de diciembre, el acto de Exaltación de la Festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, con motivo del Año Santo Jubilar. Un encuentro que reunió a hermanos, devotos y fieles en torno a la imagen mariana y que tuvo como protagonista a Antonio Martínez Guillén, Hermano Mayor Honorífico, encargado de pronunciar una exaltación profundamente personal y emotiva.

La presentación del acto corrió a cargo de Miguel Ángel Ortiz, diputado de Juventud de la hermandad, mientras que Carla Martínez, nieta del exaltador, fue la encargada de presentarlo.

Desde un principio, Martínez Guillén, que estuvo arropado por su familia, quiso dejar claro que no se trataba de un discurso al uso, sino de un testimonio vital: «Hablar de la Esperanza no es solo nombrarla. Es haberla vivido, haberla necesitado y haberla sentido caminar contigo cuando todo parecía oscuro», expresó.

Con devoción, fe y visiblemente emocionado, pronunció una exaltación en torno a la Virgen como refugio espiritual y sostén en los momentos difíciles, vinculando la devoción mariana con la historia personal y colectiva de la hermandad. De forma cercana y cargada de simbolismo, evocó la presencia constante de la Virgen en la vida de los fieles: «La Esperanza no promete que no habrá dolor, pero sí que nunca estaremos solos frente a él», subrayó.

Uno de los momentos más especiales llegó cuando recordó el significado del Año Jubilar, al que definió como «una invitación a volver a empezar». En este sentido, resaltó que «este Año Santo nos recuerda que la Esperanza no es espera pasiva, sino compromiso diario con el bien, con la fe y con los demás».

Martínez Guillén también tuvo palabras de gratitud hacia la hermandad y hacia quienes han mantenido viva la devoción a la Virgen de la Esperanza a lo largo del tiempo: «Esta imagen no es solo madera y rostro. Es la historia de un pueblo que ha sabido rezar incluso cuando no encontraba palabras», afirmó con emoción.

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El pregón concluyó con unas bonitas palabras dedicadas al titular de la hermandad, Nuestro Padre Jesús Nazareno y con un «¡Viva a la Esperanza!», que arrancó los aplausos del público.

El acto finalizó con la entrega de un recuerdo a Antonio Martínez, de la mano de la secretaria de la hermandad, Marta Rubio, así como con la invitación a la ciudadanía a participar el próximo domingo, 21 de diciembre, en el traslado extraordinario de la Virgen de la Esperanza al templo de San Miguel, y a asistir a las diversas actividades y actos conmemorativos con motivo del Año Jubilar.

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