Unos 1.600 alumnos inician con incertidumbre el curso escolar más atípico en los colegios de Zafra
Desde los centros se ha hecho todo lo posible para que todo estuviera listo de cara a la entrada de los pequeños en el colegio y garantizar su seguridad dentro del centro
Este jueves 10 de septiembre arranca el curso escolar 2020-2021. Es un inicio totalmente atípico, marcado por la pandemia y, tal y como expresan a este periódico desde la dirección de los distintos colegios y las propias familias, por la incertidumbre.
Pero desde los centros se ha hecho todo lo posible, incluso a contrarreloj y en periodo vacacional, para que todo estuviera listo de cara a la entrada de los pequeños en el colegio. Cada uno de ellos sigue el plan de contingencia establecido por la Consejería de Educación adaptado a su espacio y peculiaridades para garantizar la seguridad sanitaria de los pequeños frente a la covid-19.

Además de las normas básicas que han de cumplir todos los alumnos, como el uso obligatorio de mascarilla a partir de los 6 años (es recomendable su uso en Infantil), lavado de manos y distancia de seguridad, cada clase, al menos hasta cuarto de Primaria, se convierte en un grupo burbuja, de tal manera que los alumnos solo tendrán relación con sus compañeros clase, en ningún caso tendrán contacto con el resto de aulas.
Antes de entrar en el colegio se le tomará la temperatura a los alumnos, que previamente también se ha habrán tomado en casa. En cada una de las entradas habrá una alfombra desinfectante para el calzado.
Las aulas cumplen con la normativa de separación de pupitres individuales y ventilación exigidas. También se han fragmentado las zonas de recreo, de tal forma que cada clase tendrá su propia zona y no se mezclarán.

Todo el funcionamiento y organización de los centros está orientado a no romper el grupo burbuja.
Germán Cid
El CEIP Germán Cid cuenta este curso con 300 alumnos y un claustro de 29 maestros. Se han establecido 17 grupos y la ratio media en cada uno de ellos es de 18-19 niños. Según informa su director, Javier Mariscal, solo han creado un grupo nuevo en Infantil, pero con recursos del propio centro, con lo que no han necesitado ningún maestro más de apoyo.
«En el centro tenemos incertidumbre, sobre todo porque la administración nos envía nuevas instrucciones casi a diario y son demasiados cambios que afectan a la organización del centro», dice Mariscal, que por otra parte asegura que les intentan transmitir tranquilidad a las familias, que también puede que sientan esa incertidumbre y nervios. «Tenemos que plantearnos esta nueva situación como una experiencia nueva, un reto al que nos enfrentaremos cada día pero que con el tiempo se irá relajando», indica Mariscal.
Manuel Marín
Un total de 215 alumnos se han matriculado este curso en el CEIP Manuel Marín. De ellos se encargarán unos 20 maestros.
Este colegio, para cumplir con la ratio, ha tenido que desdoblar los quintos y sextos de Primaria, con lo que han necesitado dos nuevos maestros.
También la directora de este centro, Blanca Roguera, ha querido transmitir la sensación de inquietud que produce en el centro este inicio de curso: «las normas cambian cada día, y realmente estamos intentando transmitir una tranquilidad a los padres que nosotros mismos a veces no tenemos», dice la directora, quien ha manifestado «la dificultad que supone cumplir con las normas sin el material ni los recursos necesarios».
Juan XXIII
En el CEIP Juan XXIII estudiarán 422 escolares. El claustro está formado por 32 profesores, a los que este curso se han tenido que unir dos maestros más ya que los dos grupos de quinto y sexto de Primaria se desdoblarán en tres grupos cada uno.
En cuanto a las sensaciones con las que se inicia este curso, también se refiere su directora, Luisa Penco, a la incertidumbre. A su juicio el problema está en que no han estado saliendo las instrucciones oportunas para tener todo preparado de cara a este día 10 de septiembre. «Todo está distribuido, pero no sabemos si cambiará o no. Hemos contado con muy poco tiempo para organizarlo todo y llevamos trabajando desde el mes de agosto, durante nuestras vacaciones», explica la directora, quien además se queja de los problemas que en los últimos días ha estado teniendo para poder contactar con los padres a la hora de hacer comunicaciones masivas.
Pedro de Valencia
437 alumnos cursarán sus estudios en el CEIP Pedro de Valencia, que cuenta con un claustro de 33 profesores.

Han necesitado tres maestros más por los desdobles en Infantil, quinto y sexto de Primaria para cumplir con la ratio de alumnos por clase.
«Con esta situación los padres están nerviosos y los maestros hemos de transmitirles tranquilidad y seguridad», indica la jefa de estudios de este colegio.
María Inmaculada
El colegio concertado María Inmaculada tiene este curso unos 315 alumnos entre Infantil, Primaria y Secundaria.
Al ser un colegio concertado hace unos días aún están a la espera de ver si la inspección le confirma si podrán contar con algún profesor más para hacer más desdobles.
«Todos tenemos una sensación de incertidumbre, de hecho hay padres con hijos en Infantil que aún no saben si traerán a sus hijos al colegio o no», indica el directo de este colegio, Daniel Delgado, que también informa de la demanda que existe por parte de las familias con alumnos en Primaria y Secundaria de alternar las clases presenciales y virtuales: «La Consejería de Educación ha establecido que las clases sean presenciales, no podemos ofrecer la opción de clases virtuales porque sería absentismo escolar», explica el director, que ha manifestado que los profesores «tienen miedo» por tratarse de un colegio pequeño en el que entran casi 400 personas.
Comedores y aula matinal
También está por definir en muchos de los centros el funcionamiento de los comedores escolares y las aulas matinales. Los comedores que comienzan a funcionar de forma presencial –la mayoría- lo hacen este mismo 10 de septiembre cumpliendo también las normas establecidas de distanciamiento en estas zonas.
En el caso de los colegios públicos hasta hace unos días aún no sabían si será posible que los usuarios puedan llevarse la comida a casa. En el caso del colegio Pedro de Valencia, el comedor no se abrirá de momento ya que, según se informa desde la dirección, aún no han recibido las mesas individuales que exige la normativa para garantizar las distancias.
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