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Natalia mostró Zafra a su amigo Carlos
«Es difícil vivir sin ver, pero te da la posibilidad de reírte como nunca»

«Es difícil vivir sin ver, pero te da la posibilidad de reírte como nunca»

Explica que desde el consistorio le han asegurado que los semáforos sonoros empezarán a instalarse la próxima semana

Irina Cortés

Sábado, 28 de octubre 2017, 06:39

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Natalia Laso es una joven zafrense de 32 años que ha vuelto su mirada hacia las redes sociales en busca de una mayor empatía. Una mirada que empezó a perder visión desde los 12 años, algo que con la edad ha ido degenerando hasta el punto de que, hoy en día, y como ella dice le queda poco resto de visión, el término que usan para hacerse una idea de si se ve más o menos. Una nueva realidad que ha abrazado «cada uno tiene lo suyo, nada es mejor o peor». Sin embargo está firmemente convencida de que la sociedad debe empatizar más con las personas con deficiencia visual. Por eso ha decidido usar facebook y la página que ha creado Y tú ¿cómo lo ves? para hablar de las dificultades del día a día y para que prsonas en su misma situación hablen «de lo bueno y de lo malo», explica.

La acompaña su amigo Carlos Tato, él es de Cáceres y ha pasado un fin de semana con ella para que pudiera conocer Zafra.

Carlos tiene 38 años y ha perdido casi todo el resto de visión, ahora trabaja para la ONCE en Cáceres, algo a lo que también aspira Natalia «nos es muy difícil encontrar trabajo ya que muchos puestos requieren que veas, estuve trabajando antes en la Casa de la Juventud y aunque siempre me apoyaron y ayudaron yo también era consciente de mi limitación por no ver»

Una pérdida de visión progresiva pero inexorable, ya que su vista ha ido degenerando.

«Ahora veo menos y ya he dado el paso de usar el bastón cuando salgo por la calle» explica. Precisamente el pasado 15 de octubre se celebró el Día del Bastón Blanco, que no es más que una vara ligera y alargada que identifica a las personas ciegas y les sirve de guía para desplazarse de manera autónoma por la vía pública.

«La verdad es que la gente es más comprensiva cuando te ve con el bastón, supongo que sino les cuesta reconocer a una persona ciega», dice.

Tanto ella como Carlos creen que la gente es cada vez más comprensiva aunque también depende de la relación que tengan o si conocen o no a personas ciegas en su entorno «En Cáceres creo que estamos acostumbrados y la ciudad está más adaptada», valora Carlos.

Ese es precisamente un punto que a Natalia le gustaría que se cambiase.

«La verdad es que lo que más nos cuesta al adaptarnos es la movilidad, para nosotros salir es una aventura y a veces no es fácil», dice. Así explica que en su visita con Carlos no han faltado los problemas, por ejemplo a la hora de cruzar «No tenemos semáforos sonoros en Zafra así es que si alguien no te ayuda, por mucho que estés atento a los sonidos, al final te la juegas para cruzar»

También cree que las personas con alguna discapacidad deberían tener más peso a la hora de consultarles para realizar obras de accesibilidad. «Por ejemplo, señalizan que hay unas escaleras en el segundo escalón y a mi eso no me sirve porque me he comido ya el primero».

Por eso, en redes sociales, ha pedido en muchas ocasiones que se ls tenga en cuenta, tanto es así que se ha reunido con el alcalde; José Carlos Contreras quien le ha asegrado que para la próxima semana se van a empezar a instalar los semáforos sonoros y otras medidas en cuanto a accesibilidad.

Unas medidas que le ayudarían a sentirse más segura a la hora de salir «Es cierto que ahora salgo menos que antes y prefiero no salir a hacer las cosas yo sola» Carlos está de acuerdo y opina que los políticos, aunque lo hagan, deben ser más receptivos y ayudar a concienciar.

Ambos creen que cada visión es un mundo; tanto si se ha nacido ciego o se ha ido perdiendo la visión.

«Yo hablo de mi caso, a mí me ha costado adaptarme, no es fácil y por eso agradezco tanto haber podido conocer, a través de la ONCE a tantas personas en mi misma situación», narra Natalia.

La visita de otros compañeros como Carlos es un revulsivo para ella porque significa hacer cosas con una persona que la entiende al cien por cien «mi familia y amigos de toda la vida me cuidan, quieren y apoyan, pero esto es distinto, ya que sentimos y vivimos las situaciones igual»

«Para nosotros incluso tomar algo en una terraza es complicado», explica Natalia. Carlos la apoya «Normalmente en cuanto pedimos algo lo queremos pagar porque de otra manera, más tarde, nos resulta complicado saber si el camarero o camarera pasa para pedirle la cuenta»

Es difícil ponerse en el lugar de un persona ciega pues abarca todas las situaciones de la vida, así es que ellos recomiendan que se intente cerrando los ojos, lógico, pero que sea por tiempo prolongado, algo que no es fácil ya que al mínimo agobio abriremos los ojos.

«Puede que haya gente que no se de cuenta de si necesitamos ayuda, pero siempre la vamos a agradecer, si alguien me ve esperando para cruzar y simplemente me dice que ya está en verde ya me hace un favor. Siempre vamos a agradecer la amabilidad de las personas», razona Natalia. Otros de los consejos que dan es que si queremos ser más empáticos y útiles para las personas que no ven guiemos a las personas ciegas con la voz o con el tacto «En el caso de las escaleras, a veces nos ayudan diciendo eso Escaleras cuando sería más útil que te digan si has de subir o bajar. Son cosas lógicas pero hasta que no te ves en esta situación no reparas. No decimos que se tenga que saber pero por eso queremos que se nos pregunte»

Situaciones que a veces son incómodas y denuncia en su página Y tú ¿cómo lo ves? Una de ellas ocurrió cuando fue a nadar en la piscina climatizada y una persona insistió en que ella se mudara de calle para no chocarse, aunque ella hubiera llegado antes y con la calle vacía

«Me lo decía como si me estuviera haciendo un favor para que no se chocaran conmigo y no»

No obstante, no todas las situaciones son negativas, e incluso si lo son su clave es tomarlo con humor.

Así recuerda la anécdota, quizás con la que más se hayan reído ella y sus amigos, y que ocurrió en la terraza de un bar. «Nos fuimos a sentar a tomar algo, y vaya que me senté... solo que en otra mesa y con gente que no me conocía de nada»

Para ella perder la vista le ha restado ciertas cosas pero le ha dado otras como el saber reírse aún más.

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